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El Colegio La Merced de Cusco se vistió de blanco el pasado 1 de abril para celebrar un evento especial: la Resurrección de Cristo. En un día lleno de alegría y espiritualidad, los niños, junto con sus maestros, se unieron para conmemorar este momento significativo en la fe cristiana. Desde cantos hasta coreografías, la comunidad escolar mostró su devoción de una manera única y emocionante.

Desde temprano en la mañana, el patio del colegio se transformó en un mar de polos blancos, donde cada niño llevaba consigo no solo la prenda, sino también la emoción de participar en este evento especial. El blanco, símbolo de pureza y renovación, creaba un ambiente de unidad y paz entre los estudiantes.

 

 La jornada comenzó con una emotiva ceremonia, donde se entonaron cánticos religiosos y se recitaron oraciones en honor a la Resurrección de Cristo. La voz de los niños llenaba el aire, creando un ambiente de espiritualidad y reflexión. Este momento no solo fortaleció la fe de los participantes, sino que también les recordó el significado profundo de la Pascua.

 

Pero la celebración no se limitó a la música y las palabras; también hubo movimiento y alegría. Los estudiantes, con semanas de preparación, presentaron emocionantes coreografías que representaban la historia y el mensaje de la resurrección. Desde danzas hasta bailes contemporáneos, cada actuación transmitía la esperanza y la felicidad de este momento sagrado.

 

La celebración de la Resurrección en el Colegio La Merced de Cusco fue un recordatorio poderoso de la importancia de la fe y la comunidad. A través de cantos, bailes y oraciones, los estudiantes no solo honraron esta festividad cristiana, sino que también fortalecieron los lazos que los unen como comunidad escolar. Que esta celebración sirva como inspiración para continuar cultivando la fe, la unidad y la alegría en nuestras vidas cotidianas.

¡Que viva la Resurrección!